Después de haber superado una interminable pandemia a nivel mundial, y en el Perú una doble vuelta al mundo de cuarentena en cuarentena, hoy por hoy, nos urge abreviar una serie de procesos que al día de hoy, se han convertido en el pan de cada día, procesos que de llegar hacerse por vía judicial tardarían una auténtica eternidad, y que lejos de tener la esperanza de llegar a buen puerto, vemos como nuestra barca, no logra llegar a la orilla del mar...dejándonos atrapados, en una situación, en la que tenemos que lidiar.
La Conciliación Extrajudicial es esa barca salvavidas, que nos permite llegar a flote y nos da esa oportunidad a todos de poder avanzar.
Actualmente nos encontramos con un gran aumento de problemas por resolver, tanto civiles, como familiares, y que como objetivo principal tendría que ser, el de llegar a un pacífico, justo y armonioso acuerdo para ambas partes.
Y en el Perú, todos los indicadores apuntan a un desmesurado incremento en la carga procesal, llevándonos casi de la mano a la mejor de las opciones, como es la de conciliar.
Para los diferentes casos, circunstancias y modalidades de los problemas del día a día, la conciliación utiliza los más eficientes mecanismos para la solución de conflictos, contribuyendo de manera fehaciente a un acceso más directo a la justicia y produciendo en medida de sus posibilidades, una gran reducción en la carga procesal, donde no solo el aparato judicial agiliza su labor, si no también esa tan ansiada búsqueda de paz, ya sea en un contexto familiar o empresarial, donde muchas veces el culpable en esta gestión no es él o la que tenemos en frente, si no ..el paso del tiempo, que nos pesa, y que no nos deja ver el buen puerto al que tenemos que llegar.
Por Mabel Vigo Carreteros 
Conciliadora Extra-Judicial
